Tras
esta situación, empecé a arreglar un poco su casa para ir a vivir nosotros.
Esto nos quitó tiempo para entrenar, aunque Manoli salía con sus amigas algunos
días a la semana.
Como
el mundo sigue girando, empezamos el viaje al Camino el 28 de mayo en Gijón
(Asturias) y no podía ser de otra manera que con problemillas. Manoli dos días
antes con fuerte dolor de cabeza y diarrea e ingreso de su madre en el
hospital. Después de descansar un día, empezamos el Camino el 30 de mayo,
medianamente bien, hasta Baamonde en Lugo. Sólo hubo un conato al día siguiente
de la partida, que al levantarse la mañana siguiente parecía que volvía con los
síntomas, pero al rato se pasó y pudimos seguir.
Este
Camino ha destacado por los desniveles junto al mar y por el desvío total del
mar a partir de Ribadeo y la entrada en Galicia hacia Santiago, con ascensión
de cota y zona montañosa. También habría que destacar el mal tiempo que hemos
cogido con algún día de mucho calor y muchos más días de mal tiempo con nubes,
niebla, lluvia y aire fresco.
Hemos
parado en Gijón, Avilés, Muros de Nalón, Soto de Luiña, Cadavedo, Luarca, La
Caridad, Ribadeo (Lugo), Lourenzá, Gontán, Vilalba y Baamonde (aunque no dormimos
allí porque nos fuimos en bus a Lugo para coger el tren al día siguiente).
Y
como visitas, nuestra estancia en Gijón y en Lugo con su muralla.
Ya
llevamos 2.822 kms andados por esta España con la mochila a cuestas.
Como
he estado muy liado, esto lo escribo ocho meses después. Casi ná. Más vale
tarde que nunca.
La
previsión futura no es para el año que viene, sino que ya
es para éste. Este año espero que sea suave para llegar a Arzúa y después acabar las etapas que quedaban hasta Finisterre y Muxia que tuvimos que dejarlo por lesión de Manoli. Unos 130 kms en dos partes. “Que las fuerzas nos acompañen”.
Como no he publicado albúm de fotos, aquí pongo algunas.
Sois unos craks. Felicidades¡
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