Bailongos

En septiembre del año 1990, decidimos (me llevó Manoli) ir a aprender a bailar y lo hicimos en el Roger's, en la calle Olmo. Allí empezamos nuestros primeros pasos y ensayábamos en casa lo aprendido, hicimos varias exhibiciones en las Fiestas de Tardor, en el Envelat. Cada final de curso también salíamos a bailar en el Ateneo de Cerdanyola.
En ese tiempo conocimos a Lluis y Dolors, salíamos de vez en cuando a bailar a Barcelona, íbamos al Casinet d'Hostafrancs y a Sport Center de Terrassa.
Después se cambiaron a la calle Bóvila y los fines de semana hacían baile para los alumnos. Estuvimos tres años en la academia y como no nos iba mucho el ambiente (era más de tipo competición), en junio de 1993 dejamos de ir.
Sobre 1997, empezamos a bailar con Gracia en el centro cívico de Banus-Bonasort. Ella también hacía baile algunos sábados noche para los alumnos. Aquí seguimos aprendiendo a bailar bailes de salón y nos introducimos en el mundo de la salsa y su variación más divertida, que es la Rueda Cubana o Rueda Casino. Esta rueda consiste en bailar por parejas haciendo una redonda en la sala y haciendo las figuras que diga el que la canta. Estas figuras pueden ser con la pareja que tienes en ese momento, con la siguiente o con la anterior. En junio el centro cívico organizaba el final de curso con todas las actividades del centro y salíamos a bailar.
Sobre el año 2004 por desavenencias con la junta, Gracia se marchó del centro cívico y se fue al antiguo local del Roger´s, en la calle Olmo, pasándose a llamar Espai de Ball. Aquí seguíamos aprendiendo y teniendo pequeñas fiestas algunos sábados y haciendo algunas exhibiciones en Cerdanyola. En esta época pasamos a tener dos horas de clase semanales, una para baile de salón y otra exclusiva para salsa.
En junio del 2007, cumplió el contrato con el local y tuvo que buscar otro. Provisionalmente hasta tener el local terminado, estuvimos en un local pequeño sobre la gasolinera de la calla Santa Ana.
Por problemas técnico estuvimos hasta la Navidad del 2008. A partir entonces ya disponemos de una gran sala, que se llama ICARUS, para aprender y una sala de fiestas para bailar, aunque sólo sea los domingos.
Con los años que llevamos, tendríamos que ser unos bailarines de primera, pero entre que vamos a pasar el rato, que ya no entrenamos en casa y que la memoria no es nuestro fuerte, tenemos un nivel medio, creo que aceptable (sobre todo para los que no saben).
Vamos a bailar porque nos gusta el baile, la música, el deporte y el ambiente de la gente que va a bailar con espíritu sano.
¡Os invito a probarlo!