
Treinta años que se han pasado volando, hemos tenido de todo (como en botica), ratos bueno y ratos malos, experiencias buenas y experiencias malas, sucesos buenos y sucesos malos.
Hoy nos viene a la memoria los recuerdos de la boda, el piso, los nervios de los preparativos en la última semana con el sprint final, la llegada de familia y su alojamiento, etc. El chaparrón que cayó el día anterior, mientras comíamos pan con jamón en el bar de la Paquita con los amigos y la familia que llegó de fuera . el viaje de novios por todo el norte de España, con nieve incluida.
Repasando las fotos de la boda, vemos gente que por desgracia ya no están con nosotros (ley de vida). En cambio tenemos otros, nuestros predecesores que serán los que nos toman el relevo en esta vida. Nosotros contamos con dos “peasos” de hijos, Cristina y Carlos, que son los que nos han hecho pasar esta vida tan rápida y tan feliz, junto a los abuelos Juan y Josefa y a Mateo y Joaquina.
Nuestro reconocimiento y gratitud a ellos y a todos los que nos rodean o nos rodearon.