El Valle de Ordesa está situado al norte de Huesca haciendo frontera con Francia. El rey Alfonso XIII en el año 1918 lo declaró Parque Nacional, ahora se denomina Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
Se llega desde el pueblo de Torla, si es en temporada lectiva escolar (por resumirlo de alguna manera), se puede acceder directamente al parking del Parque. En caso contrario, para controlar la cantidad de personas (hay límite de aforo), se habilita un gran parking en Torla y se accede al Parque mediante autobuses lanzadera.
Una vez llegados, nos encontramos en la Pradera de Ordesa, emprendemos la marcha por un camino de tierra debidamente señalizado y bien acondicionado junto al río Azaras. Tenemos por delante unos nueve kilómetros y un desnivel de unos 480 metros, empezamos en 1300m y acabamos en la Cola de Caballo a 1780 metros sobre el nivel del mar.
En el recorrido junto al río nos vamos encontrando varias cataratas bonitas y espectaculares como la de Cotatuero, la de Arripas, de la Cueva, del Estrecho y las Gradas de Soaso, que nos da la entrada al Circo de Soaso donde se acaba el Valle rodeado por montañas de tres mil metros y donde el río efectúa su gran salto con la Cola de Caballo. Todo el recorrido ha sido bajo una espesa vegetación de abetos y hayas.
En los puntos de saltos de agua el camino acompaña el desnivel, éstos pueden ser en algunos momentos importantes y casi al final con zonas de piedras.
Hay que ir bien equipado ya que las tormentas de tarde suelen estar a la orden del día. El recorrido se puede hacer en unas tres horas de subida contando las paradas para descansar y hacer fotos y unas dos horas de bajada “a saco” y más si hay previsión de lluvia. Se puede volver por el otro lado del río, es más montañero y menos turístico.
Es una excursión bonita, sumergidos en la naturaleza y que para los más fuertes, sirve para acceder a otras montañas más altas.
En el año 1981 ya realizamos esta excursión. En aquella época habían mulos que se podían alquilar para hacer más llevadera la subida, no pudimos llegar al final, a la Cola de Caballo por la lluvia.
Después estuvimos también el año 1990 pero sólo fuimos por la parte baja por ir con los niños y los abuelos.
Nuestra última ascensión hasta la Cola de Caballo fue en septiembre 2008, por eso en las fotos no se mucha agua.
Lo que voy a describir ahora no es una excursión en sí, a no ser que como en mi caso, se salga desde el centro de Cerdanyola.
Se trata de la ascensión al Turó de Montcada o como vulgarmente se llama “montaña de cemento” o “montaña del Asland”. Los nombres ya describen de qué se trata. Es una pequeña montaña, ahora puntiaguda, que está situada en el término municipal de Montcada i Reixac y que se divisa desde muy lejos. Ha sido expoliada de sus entrañas desde el año 1917, cuando la empresa Asland montó la fábrica y se dedicó a extraer la piedra de cemento, creando un enorme socavón, pero sin alterar la punta de la cima que se tenía que conservar según la ley. Actualmente la extracción está parada, pero la fábrica sigue con material de otras canteras.
Para ascender a la cima se puede hacer desde varios puntos, pero el más corto es el que sube desde el Coll de Montcada, que está situado en el kilómetro 1’5 de la carretera N-150. Desde allí accedemos al polígono industrial que lleva el mismo nombre y por la calle central, llamada Rocaplana o por la otra esquina de la calle Camí de Sant Iscle, subimos por una pista de tierra ancha y empinada. En el primer cruce se gira a la derecha y en el segundo se sigue de frente. Un poco más arriba tapado un poco por la vegetación, sube un sendero en picado hacia la cima. Este último tramo no es muy largo pero tiene un fuerte desnivel y es complicado por las piedras (hay veces que hay que acompañarse con las manos). Desde que se inicia la subida desde la pista de tierra, no se tarda más de media hora (dependiendo de las paradas).
Una vez en la cima, que se encuentra a unos 280 mts de altitud, te encuentras con un pequeño pasillo de un metro de ancho por unos cinco o seis de largo y con grandes desniveles a los lados, algo no muy apto para los que padecen de vértigo y más si hay aire. En el suelo hay una placa de punto geodésico y una gran panorámica (si hace buen día) sobre todo del Vallès y bastante parte del Barcelonés. Destacando el mar Mediterráneo, el río Besós, las tres chimeneas de Sant Adrià, la Torre Agbar, Montjuic, el castillo de Torrebaró, el Tibidabo, Montserrat, La Mola, el Montseny y bajo todo esto, el Vallès con las pueblos ya unidos por edificaciones y que sólo se distinguen por los ríos o autopistas que son las que dividen un poco las zonas.
Una vez nos hayamos explayado con el paisaje que nos rodea, nos disponemos a bajar con mucho cuidado por el sendero por su inclinación y sus piedras.
Adjunto algunas fotografías y un pequeño video con una calidad un poco justa.
Esta excursión que presento ahora, es algo que tenía pendiente desde hacía tiempo.
Va desde el pueblo de Queralbs (Girona), al Valle de Nuria, donde está situado el Santuario de Nuria. Seguiremos el Camino Viejo a Queralbs, que era el que utilizaban tanto los peregrinos como los excursionistas, en su paso hacia otros destinos superiores. En 1931 se inauguró el cremallera que va desde Ribes de Freser hasta Nuria.
Para empezar el camino, tenemos que llegar a Queralbs (en la entrada hay aparcamiento para dejar el coche), después volvemos a la carretera y tras cruzar el paso a nivel del cremallera entramos en el pequeño pueblo y en la pequeña plaza es donde vemos el indicador para empezar a subir hacia Nuria.
Tiene una distancia algo inferior a 10 kms y con un desnivel de 820 mts, llegando casi a los 2000 mts de altura en el Mirador Creu d’en Riba que domina el valle. El camino va casi todo el rato junto al río Nuria y al cremallera, cambiando de lado.
Tiene un dificultad media/alta debido a los fuertes desniveles y a que el piso suele ser la mayoría de piedra fija y/o suelta, y con algunos puntos algo comprometidos por la estrechez y los barrancos. Tiene algo de vegetación y sobre todo mucha agua tanto en el río como en las bajadas de agua por las laderas de las montañas, con algunas cascadas más o menos importantes y bonitas.
Todo el recorrido está debidamente señalizado y marcado, tanto la altura como el tiempo restante que falta hasta el final. Esto del tiempo en un poco relativo porque depende del ritmo y de la forma física. Según las indicaciones para hacer el recorrido marca 3h 45’, pero sin mochila y a un ritmo bueno, sin pararse mucho con las fotos y el paisaje, se puede hacer en 2h 30’.
Esta excursión no debe ser muy apta en invierno por el hielo y la nieve, aunque el paisaje debe ser impresionante.
Una vez llegado arriba, disponemos de casi todo los tipos esenciales de servicios. Aunque la mayoría de excursionistas, utiliza el “bocata” como medio de sustentación.
Si la subida es durilla, la bajada no se queda atrás debido al desnivel, los escalones y las piedras. El tiempo de bajada marca 3h 20’, pero en 2 h. se puede hacer.
Si se quiere aliviar la excursión, se puede alternar con el cremallera utilizándolo para la subida y/o la bajada.
Hay una alternativa, si no queremos que sea tan dura la excursión. Una vez llegado con el coche a Queralbs, hay una pista debidamente señalizada que tiene unos 11 kms y que se tarda unos 45’ en subirla y que nos lleva a Fontalba (donde acaba la pista) que esdonde dejamos el coche. Este punto está algo más alto que Nuria. Desde allí tenemos 1h 30’ de caminata, acabando en una fuerte y corta pendiente, que después a la vuelta se convierte en fuerte y corta subida para volver a buscar los coches.
Otro año más en el Camino y éste ha sido más significativo porque hemos acabado la Vía de la Plata, 710 kms entre Sevilla y Astorga. Hemos tardado cuatro años en acabarla. En teoría tendría que haber sido en tres, pero una lesión en el pie de Manoli, nos hizo retirarnos antes de hora en el 2008. Este año hemos hecho desde Salamanca hasta Astorga (León), pasando por Zamora, 200 kms a una media de 20 kms por día. La media es de las más bajas exceptuando el año de la lesión. El Camino de este año, lo dividiría en dos partes bastante diferenciadas. La primera parte va desde Salamanca hasta Granja de Moreruela (Zamora), 106 kms. Se ha caracterizado por extensas llanuras de cereales de concentración parcelaria, sobre todo de trigo, un tiempo con noches frescas y sol taladrante al mediodía, 29ºC en Zamora (algo inusual para estas fechas según los lugareños) y una cantidad de peregrinos normal para esta zona. Aquí conocimos a los “tres mosqueteros” de Valencia, Chimo, Herminia y Rosa. La segunda parte va desde Granja de Moreruela hasta Astorga, 94 kms. Ésta se ha caracterizado por un pequeño cambio en el paisaje, algo más de vegetación, un tiempo típico de gota fría, con lluvia, aire y frío (12 ºC en Astorga) y una bajada en picado del número de peregrinos debido a que el 90% se fue desde Granja de Moreruela directos hacia Santiago pasando por Ourense. En un albergue estuvimos solos. Como anécdota de este año destacaríamos que después de 1500 kms en el Camino, hemos estrenado las capelinas (chubasqueros). Las hemos llevado varios días seguidos... ¿será por el mal de ojo de los “tres mosqueteros? Jejejeje. El Camino es así con Sol y con lluvia, pero con lluvia desluce todo. No sólo por el andar bajo la lluvia y el barro, si no que luego por la tarde te impide salir a visitar los pueblos y las ciudades, el poder lavar y secar la ropa, el estar hablando con los demás peregrinos en los patios de los albergues, etc, etc. También eso es el Camino, pero repito “no hay color”, en estos días me acordaba de la gente que lo hace en invierno y la verdad es que los admiro, yo sería incapaz. En resumen, este año hemos parado en: Salamanca, Calzada de Valdunciel, El Cubo de la Tierra del Vino, Villanueva de Campeán, Zamora, Montamarta, Granja de Moreruela, Benavente, Álija del Infantado, La Bañeza y Astorga. Si no pasa nada, al año que viene ¡volveremos con un Camino nuevo! Empezamos a prepararlo y se inicia la cuenta atrás. Kilómetros acumulados: 1.616
El Besòs discurre por la zona de Aiguafreda, La Garriga, Las Franquesas del Vallès, Canovelles, Granollers, Montmelò, Mollet del Vallès, La Llagosta, Montcada i Reixac, Santa Coloma de Gramanet, Sant Adriàn del Besòs y Barcelona, desembocando en el Mediterráneo. A partir de Montcada pasa a ser El Parque Fluvial del Besòs. Este Parque está debidamente urbanizado y preparado para actividades físicas y lúdicas dentro del cauce del río, hasta 500 mts antes de desembocar en el mar.
Esta excursión la propongo saliendo de Cerdanyola y llegando al mar para darse un bañito. Hasta el río en Montcada se puede ir por diferentes recorridos, pero yo propongo uno intentando huir del tráfico, de momento algo imposible, pero todo se andará.
Km 0’00: salida del centro de Cerdanyola del Vallès. Continuar buscando la Avenida Catalunya, hasta que se acaba en la Carretera de Barcelona. Cruzamos de frente y vamos a buscar el puente viejo sobre la autopista que va a Ripollet, que ahora es peatonal.
Km 1’50: cruzando el puente, primero pasamos sobre la autopista y después sobre el río Ripoll. Nada más pasar el río, una escalera nos desciende hasta el margen derecho del río, donde hay una pista de tierra. Esta pista la vamos a seguir en sentido descendente, es decir iremos a favor del río. Pasamos por una zona industrial primero de Ripollet y luego de Montcada.
Km 4’00: cruzamos el primer puente que encontramos a mano derecha y cruzamos el río Ripoll. Justo al acabar el puente, hay un sendero de tierra que nos lleva a cruzar otro puente, éste sobre la Riera de Sant Cugat. A partir de este puente, es donde se unen el río Ripoll y la Riera de Sant Cugat, que unidos van al Besós. Una vez cruzado el puente de la Riera, seguimos el cauce del río por las calles de Montcada, pasando primero por debajo de la Nacional 152, la vía del tren, dejamos de lado el acceso elevado del siguiente puente y siguiendo de frente pasando por debajo de otra vía del tren.
Llegamos a una rotonda y giramos a la izquierda, donde otro puente nos hace cruzar el río Besòs.
Km 6’00: nada más cruzado el puente, a la derecha sale un paseo junto al muro de contención del cauce del río que nos llevará hasta su desembocadura. Este paseo debidamente marcado y pavimentado, tiene alguna fuente y algún banco.
Km 9’00: en este punto ya podemos bajar al cauce del río. Hay paneles informativos del Parque, escaleras de bajada, rampa de bajada y una barrera para cuando el acceso está cerrado, hay varios accesos de estos en todo el recorrido. Una vez abajo vemos en el centro el cauce del río propiamente dicho donde discurre el agua dentro de pequeños muros de hormigón, a los lados una gran extensión de césped y ha continuación hasta los grandes muros de contención, una pista asfaltada con un carril bici junto al césped.
La zona de césped es utilizada por mucha gente para ocios diversos desde correr, jugar a la pelota, volar cometas o simplemente estar estirados en él hablando.
La zona asfaltada es utilizada por bicicletas, patinadores, caminantes, corredores, etc
Toda esta zona está controlada por cámaras y guardas en bicicleta que van controlando un poco la situación.
Para los que les interesa, también esta marcado en las paredes del cauce el punto kilométrico donde se encuentran, las marcas son cada 25 mts.
Km 14’00: en este punto, se acaba la zona de parque y entramos en la desembocadura.
A partir de aquí tenemos varias alternativas o propuestas, si giramos a la derecha podemos llegar al puerto de Barcelona y si giramos a la izquierda podemos llegar a Mataró por decir algo, pero yo voy a destacar sólo tres.
Propuesta nº 1: avanzar 500 mts hacia la desembocadura por una pista de tierra y llegamos al mar, a la playa Parc del Litoral de Sant Adriá de Besòs.
Propuesta nº 2: pasamos por la playa anterior y continuamos 800 mts más por la costa, pasamos por debajo de las tuberías de refrigeración de las tres torres de las Centrales Térmicas de Fecsa/Endesa (zona corta pero bastante degradada) y llegamos a la Playa de La Mora o Chernobyl (como dicen algunos, por las chimeneas). Si no se quiere pasar esta zona degradada, se le puede dar la vuelta entera a las chimeneas. Esta es una playa nudista con cubos de hormigón decorados que parecen pirámides.
Propuesta nº 3: salimos del cauce del río y siguiendo las marcas del suelo del carril bici, nos lleva a cruzar el Besòs por el último puente existente. Sin dejar el carril bici, llegamos al Edificio Fórum, con su fachada rugosa de color azul añil atravesada por diversas franjas de cristal, en este punto giramos y subimos a la izquierda y nos dejamos caer hacia el mar. Una vez llegado al final, nos encontramos con unagran piscina de agua de mar con todos los servicios de ducha, bar, salvavidas, suelo de madera, etc. Está situada bajo la gran Placa Solar. Esta gran piscina tiene separadas varias zonas, una de ellas tiene menos de un metro de altura para los mas pequeños. El agua de mar pasa a través de un espigón hecho con bloques de hormigón.
Cuando decidimos volver podemos volver por donde hemos venido o seguir junto al mar subiendo a la plaza de la Placa Solar y al atravesar el puente, allí podemos ver el Port Forum, admirando los “pequeños” yates atracados. Seguimos junto a la playa hasta llegar a la desembocadura del río, donde nos vemos obligados a girar a la izquierda y volver al puente que antes hemos cruzado, volviendo al punto de partida.
Este recorrido tiene tres kilómetros de ida y tres de vuelta.
El río Ripoll nace en el Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac, baja por Sant Llorenç Savall, Castellar del Vallès, Sabadell, Barberà del Vallès y acaba desembocando en el Besós a la altura de Montcada i Reixach. Una vez entrado en Sabadell, se convierte el Parc Fluvial del Ripoll, lleno de equipamientos de ocio como elementos para hacer ejercicios, mesa, bancos, fuentes, barbacoas, etc. Hay aves y animales afines al entorno.
Km 0’00: salida del centro de Cerdanyola del Vallès. Continuar buscando la Avenida Catalunya, hasta que se acaba en la Carretera de Barcelona. Cruzamos de frente y vamos a buscar el puente viejo sobre la autopista que va a Ripollet, que ahora es peatonal.
Km 1’50: cruzando el puente, primero pasamos sobre la autopista y después sobre el río Ripoll. Nada más pasar el río, una escalera nos desciende hasta el margen derecho del río, donde hay una pista de tierra. Esta pista la vamos a seguir en sentido ascendente, es decir iremos en contra del río. Pasamos por el campo de fútbol y las pistas de atletismo de Ripollet.
Km: 3’50: se acaba la pista y entramos en una zona de asfalto que pertenece a un polígono industrial junto al río.
Km: 4’40: dejamos el asfalto del polígono y volvemos a otra pista de tierra.
Km: 5’50: cruzamos el Torrent de Can Llobateres y la carretera que viene de Barberà del Vallès y seguimos por la pista. Pasamos junto a una hípica, una zona guarda-caravanas y un vivero de plantas. Arriba a la izquierda, tenemos la iglesia La Románica de Barberà.
Km 6’40: llegamos a una carretera y tenemos que seguir por ella para pasar por el puente. Nada más cruzar el puente, giramos a la derecha y bajamos junto al río y seguimos subiendo río arriba. Aquí entramos en el Parc Fluvial del Ripoll. Ahora tenemos el río en el lado derecho, al lado izquierdo las piscinas municipales Joan Serra (edificio impresionante) y La Bassa de Sant Oleguer (piscinas exteriores y complejo polideportivo).
Km 7’50: llegamos al puente de Sant Oleguer. Puente de estructura moderna de acero inoxidable y madera. Lo cruzamos y seguimos el camino, pasamos por el recinto de los huertos controlados de Sabadell y volvemos a estar sobre asfalto.
Km 8’60: pasamos por debajo de la carretera, por un paso ancho pero un poco bajo. Volvemos a estar en una pista de tierra elevada, a la izquierda abajo el río y a la derecha abajo los huertos.
Km: 9’20: llegamos a un puente de hormigón y hierro, soportado por cables, que cruzamos al otro lado y continuamos subiendo. Ya vamos viendo La Torre del Agua.
Km 10’20: pasamos por debajo de un gran puente de mampostería que soporta el tráfico que circula entre Sabadell y Caldes de Montbui. Cruzamos el río por un paso inundable.
Arriba anuestra izquierda tenemos todo el complejo sanitario Parc del Taulí.
Km 11’90: alcanzamos un pequeño parque desde donde sale una pista hacia Castellar del Vallès (a 7 kms), pero nosotros seguimos por la pista junto al cauce del río.
Km 13’70: se llega a un puente verde peatonal. Aquí hay dos posibilidades.
1º. Seguir el camino que ya deja de estar junto al cauce y sube 300 mts en busca del la carretera que va a Castellar del Vallès, pasando por el restaurante El Pagès.
2º.Si cruzamos el puente verde y seguimos subiendo el río, entramos en una pista en la que se va perdiendo la visión del río, sólo en el km 17 se cruza el río por unas pasarelas de madera y en el km 18’4 se llegaen subida a Castellar del Vallès.
Personalmente, creo que el paseo por el Río Ripoll termina en el puente verde, que es hasta donde se puede ver siempre el cauce.
Ahora después de un pequeño descanso, nos queda la vuelta atrás para volver a casa. En los últimos tramos, hay camino a la derecha y a la izquierda del río.
Manoli nació el 1 de Enero del año 1958 en el Hospital Clínico de Barcelona.
Sus padres Juan y Josefa, con su hermano Juan, formaron una familia que al principio fue un poco nómada por los problemas de la vida. Empezaron viviendo en Montflorit y acabaron comprando un piso en el centro de Cerdanyola, junto al ayuntamiento.
Su infancia fue dentro de las circunstancias del momento y de su timidez, bastante alegre y feliz. Le encantaba bailar y jugar en la calle, como se hacia antes. En el colegio también se lo pasaba bien, tenía una profesora que era muy buena persona.
De más mayor compaginó las clases con un pequeño trabajo, para ayudar a la economía familiar.
Acabado el colegio, a los 14 años, empezó a trabajar en una fábrica textil de punto. Al poco de empezar a trabajar, empezó a salir con Paco, que ya se conocían por haber sido vecinos y amigo de su hermano. Salían a pasear, al cine y más tarde, formaron guateques con los amigos en la casa de la abuela de un amigo.
El 22 de marzo de1980, se casaron en la iglesia Sant Martí de Cerdanyola y se fueron a vivir a su piso cerca de la iglesia. De viaje de novios, se fueron con el coche por todo el norte peninsular, regresando por el centro.
A partir de aquí, dejó de trabajar en la fábrica y se dedicó al negocio familiar de los padres de Paco, que tenían una pequeña tienda de ropa.
El 3 de septiembre de 1982, nació Cristina y el 14 de septiembre de 1986, lo hizo Carlos.
El negocio familiar se tuvo que cerrar porque los grandes almacenes pudieron más que los pequeños comercios y entonces se dedicó a llevar la casa y cuidar de sus hijos. Cada año se hacían unas pequeñas vacaciones en el mar o la montaña, a veces acompañados por los abuelos.
En 1992 montaron una pequeña consulta de quiromasaje y reflexoterápia podal, que duró unos quince años. En ese año empezaron a ir a una escuela de baile y se puede decir que hasta hoy mismo siguen teniendo esta actividad de ocio.
Actualmente los hijos se van haciendo más independientes y los padres más dependientes. A pesar de todo se sigue bailando, caminando en el Camino de Santiago, haciendo pequeñas salidas y pequeñas vacaciones, ya en solitario.
Se intenta llevar una vida fácil y cómoda dentro de las posibilidades. Se entra en la tercera parte de la vida donde los achaques y los años se dejan ver. De todas maneras esperemos tener el espíritu bien alto.
Hoy estreno este apartado con la subida a La Mola. La Mola es una montaña en la que en su cima se encuentra el Monasterio de Sant Llorenç del Munt. Desde su cima hay una buena panorámica se divisa, en días claros, todo el Vallès, los Pirineos y el mar. Para acceder a ella, se tiene que ir al pueblo de Matadepera (Barcelona), aproximadamente al número 35 de la calle Boixaredes. Este punto se encuentra a 650 m sobre el nivel del mar. Allí dejamos el asfalto y cogemos una pista de tierra, algo accidentada. Por el camino vamos encontrando algunos atajos que acortan el recorrido, pero endurecen la subida. A los 30-35', llegamos a Can Pobla a 850 mts de altitud y último punto donde se puede acceder en coche. Aquí es donde la furgoneta que abastece el restaurante de La Mola, pasa la carga a los burros y los mulos encargados de subir todo lo necesario hasta la cima. En caso de ser algo muy pesado, se sube en helicóptero. Aquí hay dos opciones de camino, uno más corto y empinado, y otro más largo y más suave, este segundo es el que cogen para los animales, es el camino de la derecha, "els dels monjos" que es el que cogemos también nosotros. Esta segunda parte del camino es más empinada, más estrecha y más bonita. Tiene mucha piedra y mucho escalón de piedra. Está señalizado con pequeños postes verdes con bandas amarillas. Hay que cogérselo con tranquilidad. A los 40-45', llegamos a La Mola a 1100 mts de altitud, sudados y algo cansados. Se puede visitar el Monasterio, su iglesia y el restaurante dentro del edificio. Las vistas son bonitas y relajantes, tanto de día como de noche. También se pueden ver los burros dentro de un cercado. Una vez comido algo de la mochila o comido/cenado en el restaurante, nos disponemos a bajar. Si complicada es la subida, complicada es la bajada por las piedras. Las piernas se cargan por los escalones y el desnivel. Existe otra pista que sale desde la carretera de Terrassa a Mura, BV-1221, km 14'8, justo en el Coll d'Estenalles, que es más plana pero más larga, entre dos y dos horas y media de recorrido. Recomendable para todas las edades pero un poco exigente.
Hoy cumplimos 30 años de casados y no contamos con los que estuvimos de novios.
Treinta años que se han pasado volando, hemos tenido de todo (como en botica), ratos bueno y ratos malos, experiencias buenas y experiencias malas, sucesos buenos y sucesos malos.
Hoy nos viene a la memoria losrecuerdos de la boda, el piso, los nervios de los preparativos en la última semana con el sprint final, la llegada de familia y su alojamiento, etc. El chaparrón que cayó el día anterior, mientras comíamos pan con jamón en el bar de la Paquita con los amigos y la familia que llegó de fuera . el viaje de novios por todo el norte de España, con nieve incluida.
Repasando las fotos de la boda, vemos gente que por desgracia ya no están con nosotros (ley de vida). En cambio tenemos otros, nuestros predecesores que serán los que nos toman el relevo en esta vida. Nosotros contamos con dos “peasos” de hijos, Cristina y Carlos, que son los que nos han hecho pasar esta vida tan rápida y tan feliz, junto a los abuelos Juan y Josefa y a Mateo y Joaquina.
Nuestro reconocimiento y gratitud a ellos y a todos los que nos rodean o nos rodearon.
Se acabó el 2009. Voy a hacer una exposición de lo que ha sido mi año deportivamente hablando. Este año seguimos bailando dos horas de clase por semana , mas los días que vamos a bailar en fin de semana (cada dos o tres semanas). También ha habido Camino de Santiago, 200 kilómetros a patita con la mochila a cuestas, con un promedio de 22 kms/día. No ha habido natación, o casi nula, cuando hemos ido a la playa. Bicicleta (BTT), tampoco me he matado mucho, 165 kms en unas 10 horas. Dicen que las bicicletas son para el verano y encima se me estropeo el cambio y la dejé un poco de lado. Mi fuerte este año ha seguido siendo correr. He efectuado 1.382 kms, a una media de 27 km/semana, en un tiempo de 128 horas 23' y con una media total de 5'35" (tiempo/km). En cuanto a las competiciones, he corrido 202 kms en 17 cursas, siendo 3 de ellas Medias Maratones (21 km), a un ritmo medio de 5'13". En la Liga de Internet de correr, he quedado el 92 de 642 corredores de mi categoría y el 385 de 3115 corredores en la general. Se nota que los años no pasan en balde, los tiempos no son lo mismo y los entrenos y las motivaciones tampoco. He acabado el año, pensando que hacia un espring final y he dado todo lo que podía dar (San Silvestre de Lloret, 5 kms en 24'12"). Pero este año creo que me lo tomaré de otra manera (si no cambio), quiero relajarme mas y tomármelo todo mas al disfrute y menos a la obligación (por decirlo de alguna manera). Otra cosa que estoy en trámite, es en el peso. El año pasado empecé con 75 kgs y he acabado con 73, este año espero poder llegar a mi meta de 70 kg.
Bueno, empezamos el 2010 tranquilo pero sin pausa. El tiempo lo dirá.